Empezamos un nuevo año litúrgico con la llegada del adviento, este año nos encontramos en el CICLO B. El aviento va des del domingo I de Adviento y concluirá el día 24 por la tarde. El adviento se divide normalmente en 4 semanas. 4 semanas en que la iglesia naciente espera la llegada del mesías. Para esta ocasión el sacerdote viste de morado. Viste de morado igual que en cuaresma porque es un color que nos hace ir hacia la penitencia marcándolo y a una conversión, y sobre todo esperar y aguardar des de la sobriedad del morado un momento de alegría y gran solemnidad como es la llegada del mesías.
En esas 4 semanas la liturgia nos presenta varias estructuras.
Las lecturas que iremos viendo el primer domingo son de un lenguaje profético
para que nuestro corazón se centre en lo que verdaderamente importa, estar
alerta para la llegada del mesías. Luego tenemos el 2 y el 3 domingo de
Adviento. En ellos las lecturas nos muestran la importancia de la figura de Juan
el Bautista, quien fue el precursor del mesías, para poner la mirada de nuestro
corazón en la importancia de que ya llega ‘ese que es mi hijo amado, en quien
me complazco’ (Mateo 3:17). Y finalmente tenemos el 4to Domingo de Adviento. En
el contemplaremos el misterio de la encarnación a través de las lecturas, la
oración colecta de ese mismo día será la del ángelus, y el objetivo será
mostrarnos ya de manera inminente que el Mesías se ha encarnado y que llegará
para salvarnos.
Del adviento es importante destacar que hay un domingo, el
tercero concretamente que el Sacerdote y todas las vestiduras sagradas del
ambón y el atril, son de color rosado. Esto es así por el domingo ‘gaudete’, el
domingo de la alegría. En la cual la iglesia experimenta el gozo y rompe de
alguna manera la sobriedad del morado para hacernos ver visualmente que ya
queda menos para la llegada del salvador.
Comentarios
Publicar un comentario