Las cofradías de las ánimas del purgatorio.

 

Retaule de les  ánimesa sant Just de Barcelona.


Xavier Alarcon i Campdepadrós

Cuando pensamos en cofradías, inmediatamente se nos viene a la cabeza la distinción entre gloria y penitencia, entre cofradías de Semana Santa y cofradías que tienen su festividad fuera de la Semana Santa. Muchas cofradías y hermandades están dedicadas al Rocío, a la Inmaculada, o a cualquier imagen de la Virgen María que tenga un patronazgo sobre un colectivo humano. También hay cofradías y hermandades dedicadas al culto de un santo patrón, cofradías dedicadas a algún fin social o cultural, e incluso cofradías profanas, de ámbito civil, que no tienen porque estar vinculadas a una institución de la Iglesia. Pero… si os digo que había un tipo de cofradía que se dedicaba solo a rezar por los muertos, ¿os lo creeríais?

Bacina de les Ànimes. Museu de Reus.

Este es el caso concreto de las Cofradías de las Ánimas del Purgatorio, que actuaron con muchísima fuerza en todo el mundo católico, hasta el punto que en Cataluña casi no existía parroquia o iglesia que no tuviese fundada una entidad así en su jurisdicción. Había de muy pequeñitas, que eran llamas simplemente “Administraciones” y dependían del párroco de la iglesia; había también cofradías con mucho peso, como la Cofradía de Ánimas del Hospital de la Santa Cruz de Barcelona. Había también cofradías en Mataró, Sant Just Desvern, o el Prat del Llobregat, por citar solo tres ejemplos separados entre sí. Eran asociaciones que tenían un solo cometido y era organizar rezos y actos de culto para pedir a Dios que las almas de los difuntos llegasen a disfrutar de la visión beatífica del paraíso, en la gloria de los santos. La época del año de mayor actividad era precisamente ahora, el mes de noviembres, mes dedicado al recuerdo de nuestros seres queridos. Solían organizar misas, rosarios, triduos y novenarios dentro de este mes. Para financiarse tenían una única fuente de ingresos, que era el llamado “bacín” de las Ánimas, es decir un plato que servía para recoger limosna entre los fieles, y que se pasaba durante los actos de culto de la parroquia. Los bacines de Ánimas, para distinguirlo de los bacines de otras cofradías parroquiales, solían tener en medio una figurita de un alma envuelta en llamas.

Ànimes dolorosos sentiments. Mataró.

Las Cofradías de las Ánimas del Purgatorio, debido a que proliferaron con fuerza en los siglos XVII y XVIII, tienen la estética barroca en su ADN. Y mezclar barroco con la muerte nunca suele acabar bien… Eh aquí que pronto se imaginaron el Cielo lleno de nubes y el Infierno lleno de llamas, y en medio estaba el Purgatorio, que no dejaba de imaginarse como un estanque de lava, lleno de una especie de pokémons de tipo fuego a cada cual más horrible, y de almas de hombres y mujeres que nadaban y se cocinaban mientras esperaban a que la Virgen del Carmen o San Miguel los pescasen con una caña y los llevaran al cielo. Los decorados de los novenarios de Ánimas eran enormes, llenos de calaveras, huesos, figuras de cartón y tela, cortinas que subían y bajaban, demonios que se reían y penitentes que lloraban… El barroco está muy bien para los retablos y los mantos de las Vírgenes, pero para explicar teología es un completo desastre…

Ahora bien… exactamente ¿para qué sirve rezar por los difuntos? Y eso del Purgatorio ¿cómo se come? Aquí intentaré ser breve, porque las miles y miles de obras que se han escrito sobre este tema pueden llegar a asfixiar al pobre lector. Rezar por los muertos es algo que ya se contiene en la versión griega de la Biblia, en concreto en el Segundo Libro de los Macabeos (2Ma 12, 42-45), por lo tanto el tema es muy antiguo, no es un invento medieval. La Iglesia, ya desde la Antigüedad, ha insistido mucho en la oración por los difuntos, hasta el punto que se ha convertido en una obra de misericordia.

Pintura de les ànimes del purgatori. Antoni Viladomat

El fundamento es sencillo… Dios es misericordioso, pero también es justo. Dios no tolera ni la injusticia, ni la maldad, y de ello hablan abundantemente las Sagradas Escrituras. El injusto no puede heredar el reino del cielo, dirá san Pablo (1Co 6,9). Cuando cometemos una mala acción, tenemos la opción de enmendar el error mientras estamos vivos…pero, ¿y si morimos dejando atrás deudas graves contra Dios y contra los hombres? ¿Quién representa que tiene que hacer justicia? Los más radicales pueden decir que, si el muerto era una mala persona, que vaya al infierno y punto, pero… ¿y si solo fue un error?, ¿y si realmente una vida de buenas obras queda ofuscada por una mala racha? ¿Dios lo castigará? Otros, en cambio, dirán que Dios es siempre misericordioso, que sabe mejor que nadie como es nuestro corazón, y que siempre olvida los pecados cuando le pedimos perdón. Pero entonces, ¿qué pasa con las víctimas que pueda haber dejado nuestra falta? La Biblia nos dice que Dios hará justicia al desvalido y al pobre y actuará contra el malvado. Si Dios siempre lo perdona todo, y su misericordia es infinita, ¿no nos estará malcriando? ¿Qué motivo hay para no llevar una vida de desenfreno, y al último momento arrepentirse, confesarse y pedir perdón? No hay que olvidar que si la misericordia con el pecador no defiende la dignidad de su víctima, ya no es misericordia, es encubrimiento, y eso también está mal.

Para resumir esta delicada cuestión… nadie sabe a ciencia cierta como Dios administra su justicia. Es un misterio para el hombre, puesto que su justicia no es la nuestra, y es muy cierto que el amor divino es un elemento que puede (y debe) trastocar nuestra mentalidad cabezona y cuadrada. Pero la Iglesia ha intuido que el proceso de purificación del alma no acaba con la muerte si tienes cuentas pendientes con Dios. Por eso se planteó el Purgatorio como un camino de purificación para aquella alma que no tiene pecados suficientes como para ganarse su condenación eterna, pero no está aún preparada para entrar a la presencia de Dios. ¿Como es este camino? Ni idea. Si alguien lo experimenta, que vuelva y me lo explique.

El problema del Purgatorio es que tiene mala fama por culpa de las revueltas protestantes del siglo XVI. Debido a los abusos de los administradores del dinero de los difuntos (clérigos que arruinaron la reputación de más de una iglesia) se llegó a la conclusión de que el Purgatorio fue un invento de los católicos para sacar el dinero a los creyentes incautos y bobos. Incluso hoy en día hay muchos fieles y sacerdotes católicos que niegan su existencia, y lo consideran todo una fábula. Pero este análisis, simplista a más no poder, no anula la complejidad de la justicia de Dios que he descrito más arriba. El Catecismo lo plantea de manera que insiste, no en el castigo, sino en el premio de la gloria, haciendo hincapié en el camino de purificación después de su muerte se realiza a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo (CIC 1030).

Las Cofradías de las Ánimas tenían todas una función muy importante, que era rezar por los hombres y mujeres incluso cuando sus huesos estuviesen ya fuera de la luz del sol. Hoy en día ya casi no quedan asociaciones de estas, pero ello no impide que cada uno de nosotros, según su sentir y su disponibilidad, recemos por los que ya se han ido, para que, en caso de que debieran algunos cafés en el bar, no sea escusa para no disfrutar de la vida eterna.

 

Les Confraries de las Ànimes del Purgatori

Xavier Alarcon i Campdepadrós

 

Quan pensem en confraries, immediatament se’ns ve al cap la distinció entre glòria i penitència, entre confraries de Setmana Santa i confraries que tenen la seva festivitat fora de la Setmana Santa. Moltes confraries i germandats estan dedicades al Rocío, a la Immaculada, o a qualsevol imatge de la Mare de Déu que tingui un patronatge sobre un col·lectiu humà. També hi ha confraries i germandats dedicades al culte d’un sant patró, confraries dedicades a alguna finalitat social o cultural, i fins i tot confraries profanes, d’àmbit civil, que no tenen perquè estar vinculades a una institució de l’Església. Però… si us dic que hi havia un tipus de confraria que es dedicava només a pregar pels morts, us ho creuríeu?

Aquest és el cas concret de les Confraries de les Ànimes del Purgatori, que van actuar amb moltíssima força a tot el món catòlic, fins al punt que a Catalunya gairebé no existia parròquia o església que no tingués fundada una entitat així a la seva jurisdicció. N’hi havia de molt petitones, que eren anomenades simplement “Administracions” i depenien del rector de l’església; n’hi havia també de molt de pes, com la Confraria de les Ànimes de l’Hospital de la Santa Creu de Barcelona. Hi havia també confraries a Mataró, Sant Just Desvern, o el Prat del Llobregat, per citar només tres exemples separats entre si. Eren associacions que tenien un sol propòsit i era organitzar pregàries i actes de culte per a demanar a Déu que les ànimes dels difunts arribessin a gaudir de la visió beatífica del paradís, en la glòria dels sants. L’època de l’any de major activitat era precisament ara, el mes de novembres, mes dedicat al record dels nostres éssers estimats. Solien organitzar misses, rosaris, tridus i novenaris durant aquest mes. Per a finançar-se tenien una única font d’ingressos, que era l’anomenat “bací” de les Ànimes, és a dir un plat que servia per a recollir almoines entre els fidels, i que es passava durant els actes de culte de la parròquia. Els bacins de les Ànimes, per a distingir-se dels bacins d’altres confraries parroquials, solien tenir al mig una figureta d’una ànima envoltada en flames.

Les Confraries de les Ànimes del Purgatori, pel fet que van proliferar amb força en els segles XVII i XVIII, tenen l’estètica barroca en el seu ADN. I barrejar barroc amb la mort mai sol acabar bé… Heus aquí que aviat es van imaginar el Cel ple de núvols i l’Infern ple de flames, i al mig estava el Purgatori, que no deixava d’imaginar-se com un estany de lava, ple d’una mena de pokémons de tipus foc d’aspecte horrible, i d’ànimes d’homes i dones que nedaven i es cuinaven mentre esperaven que la Verge del Carme o Sant Miquel els pesquessin amb una canya i els portessin al cel. Els decorats dels novenaris d’Ànimes eren enormes, plens de calaveres, ossos, figures de cartó i tela, cortines que pujaven i baixaven, dimonis que reien i penitents que ploraven… El barroc està molt bé per als retaules i els mantells de les Marededéus, però per a explicar teologia és un complet desastre…

Ara bé… exactament per a què serveix pregar pels difunts? I això del Purgatori com es menja? Aquí intentaré ser breu, perquè les milers i milers d’obres que s’han escrit sobre aquest tema poden arribar a asfixiar al pobre lector. Pregar pels morts és una acció que ja està inclosa a la versió grega de la Bíblia, en concret en el Segon Llibre dels Macabeus (2Ma 12, 42-45), per tant el tema és molt antic, no és un invent medieval. L’Església, ja des de l’Antiguitat, ha insistit molt en l’oració pels difunts, fins al punt que s’ha convertit en una obra de misericòrdia.

El fonament és senzill… Déu és misericordiós, però també és just. Déu no tolera ni la injustícia, ni la maldat, i d’això parlen abundantment les Sagrades Escriptures. L’injust no pot heretar el regne del cel, dirà sant Pau (1Co 6,9). Quan cometem una mala acció, tenim l’opció d’esmenar l’error mentre estem vius… però, i si morim deixant enrere greuges greus contra Déu i contra els homes? Qui representa que ha de fer justícia? Els més radicals poden dir que, si el mort era una mala persona, que vagi a l’Infern i punt, però… i si només va ser un error?, i si realment una vida de bones obres queda ofuscada per una mala ratxa? Déu ho castigarà? Uns altres, en canvi, diran que Déu és sempre misericordiós, que sap millor que ningú com és el nostre cor, i que sempre oblida els pecats quan li demanem perdó. Però llavors, què passa amb les víctimes que pugui haver deixat la nostra falta? La Bíblia ens diu que Déu farà justícia al desvalgut i al pobre i actuarà contra el malvat. Si Déu sempre ho perdona tot, i la seva misericòrdia és infinita, no ens estarà malcriant? Quin motiu hi ha per a no portar una vida de disbauxa, i a l’últim moment penedir-se, confessar-se i demanar perdó? Cal no oblidar que si la misericòrdia amb el pecador no defensa la dignitat de la seva víctima, ja no és misericòrdia, és encobriment, i això també està malament.

Per a resumir aquesta delicada qüestió… ningú sap amb certesa com Déu administra la seva justícia. És un misteri per a l’home, ja que la seva justícia no és la nostra, i és molt cert que l’amor diví és un element que pot (i deu) trastocar la nostra mentalitat capgrossa i quadrada. Però l’Església ha intuït que el procés de purificació de l’ànima no acaba amb la mort si tens comptes pendents amb Déu. Per això es va plantejar el Purgatori com un camí de purificació per a aquella ànima que no té pecats suficients com per a guanyar-se la seva condemnació eterna, però no està encara preparada per a entrar a la presència de Déu. Com és aquest camí? Ni idea. Si algú ho experimenta, que torni i m’ho expliqui.

El problema del Purgatori és que té mala fama per culpa de les revoltes protestants del segle XVI. A causa dels abusos dels administradors dels diners dels difunts (clergues que van arruïnar la reputació de més d’una església) es va arribar a la conclusió que el Purgatori va ser un invent dels catòlics per a treure els diners als creients incauts i babaus. Fins i tot avui dia hi ha molts fidels i sacerdots catòlics que neguen la seva existència, i ho consideren tot una rondalla. Però aquesta anàlisi, simplista es miri com es miri, no anul·la la complexitat de la justícia de Déu que he descrit més amunt. El Catecisme ho planteja de manera que insisteix, no en el càstig, sinó en el premi de la glòria, posant l’accent en el camí de purificació que realitza l’ànima després de la seva mort a fi d’obtenir la santedat necessària per a entrar en l’alegria del cel (CIC 1030).

Les Confraries de les Ànimes tenien totes una funció molt important, que era pregar pels homes fins i tot quan els seus ossos estiguessin ja fora de la llum del sol. Avui dia ja gairebé no queden associacions d’aquestes, però això no impedeix que cadascú de nosaltres, segons el seu propi sentiment i la seva disponibilitat, preguem pels que ja s’han anat, perquè, en cas que deguessin alguns cafès en el bar, això no sigui excusa per no a gaudir de la vida eterna.

Comentarios