Miles de fotos han llenado Instagram, facebook y tweeter sobre el temporal. Se han visto escenas propias del belenismo con pueblos nevados, esculturas de nieve divertidas y algunas alocadas, así como diversidad de bromas en muchas ciudades. Pero también han convivido con informaciones del colapso en algunos servicios básicos, aislamiento de personas en carreteras y en sus propias casas con multitud de dificultades.
Para no perder la costumbre, ha habido el habitual toma-dame de los dirigentes políticos sobre de quién es la responsabilidad de gestionar los avisos o el primer momento.
Y como en todo últimamente,
también grupos de whassap se han llenado de memes (bromas o mensajes jocosos) e imágenes divertidas que han relacionado el nombre de la borrasca Filomena con la Santa del mismo nombre.
Ha sido tal la relación a nivel mediático sobre Santa Filomena que hasta que el mismo Matías Prats el pasado
10 de enero – día asociado al nacimiento de la Santa- hizo su particular gracia
irónica de : “Hoy es el nacimiento de Santa Filomena, un patronazgo temporal”.
Pero el nombre de las borrascas nada tiene a ver con la Santa, ni el patrón del día. El nombre de las borrascas es un acuerdo de diferentes instituciones en el que se pone un nombre para ayudar en la comunicación y que la gente asocie con el sistema de alertas, poniéndose el nombre por orden alfabético y siguiendo una dinámica de hombre-mujer.
Pero todo el revuelo ha situado en el centro y en el candelero a una Santa que se ha llegado hasta posicionar en los buscadores de noticias como ha pasado con el google trends. Una santa que estuvo envuelta también de confusión y tal polémica desde su conocimiento que incluso se
llegó a llamar la causa filoménica.
Fuente: philomenafamily.org |
De manera muy breve, hay que remontarse al 1802 cuando se llevaban a cabo unas excavaciones arqueológicas en las catacumbas de Santa Priscila en Roma. Se encontró un cripta con 3 losas de terracota con escritura y símbolos en relieve como el ancla (símbolo cristiano), una flor (símbolo de virginidad), una palma (símbolo de martirio) y tres flechas. Dentro de la tumba se hallaron restos de una niña de 12 o 13 años y que – según diferentes estudios posteriores y más recientes- habían sido atravesados por flechas. Rápidamente se asoció a una joven virgen martirizada. El lema escrito, después de ordenarlo, ponía “pax tecum filomena”, la paz se contigo, Filomena.
Investigaciones recientes sobre sus restos y yacimiento, han
ayudado a esclarecer la pobre niña murió durante la
época del emperador Septimio Severoy tenía marcas de haber sido traspasada por flechas; pero que las leyendas del siglo XIX eran más que interpretaciones y voluntad de tener un relato.
Ahora bien, como se viene diciendo desde hace años, todo y las dudas sobre la vida y muerte de Filomena no son motivo para que se aparte su santidad: La adolescente fue una cristiana martirizada seguramente por demostrar valentía y fe en tiempos que los seguidores de Jesucristo eran a menudo perseguidos, torturados y asesinados.
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